jueves, 16 de abril de 2009

Alas rotas

Ahora mismo estoy mirando por la ventana. Desde aquí se ve mi estrecha y tenebrosa calle, donde dos niños juegan a la pelota. Todavía estoy de vacaciones y, aunque falten 4 días para el comienzo del tercer trimestre, ya estoy nerviosa. Quizá por un nuevo comienzo, quizá por volver a ver a mis conocidos, quizá por el estrés de los exámenes finales, que empezará el primer día...
Sé qué va a pasar el primer día de clase. Llegaré al instituto cinco minutos antes de la entrada, saludaré a mis amistades, comentaremos las dos semanas de fiesta... y al sonal el timbre, todos, resignados, entraremos en el aula para la primera clase.
Al llegar, saludaré a algún otro compañero, me sentaré en mi pupitre y todo comenzará de nuevo. La vida es una repetición de lo mismo, excepto en los pequeños cambios. Por ello, por costumbre, inercia o un extraño cariño al aburrimiento, los cambios nos desagradan. Para acostumbrarnos a una nueva rutina, tardamos tiempo, mucho tiempo... incluso en los pequeños cambios, como de vacaciones a volver a trabajar (o en mi caso, estudiar)
¿Por qué nos disgustan los cambios y aborrecemos la monotonía? ¿Qué queremos realmente? Queremos una vida con se estructura, pero con cambios sutiles para que no sea una vida gris.
Pensemos... cuando alguien está enamorado, por ejemplo, la vida deja de tener ese toque en blanco y negro característico. Cada gesto que haga la persona nos parece diferente, cada día pasa algo distinto... y luego, en casa, lo mismo.
Finalmente, la ''atracción'' puede convertirse en amor y obsesión. El mundo gira en torno a alguien. Todo cambia...
Me pregunto a veces por qué el amor que siente el ser humano, pero el real, el AMOR en mayúsculas es tan fuerte y regula nuestra vida. Es una pregunta de la que no obtendremos respuesta, por mucho que los científicos investiguen y crean haber llegado a la solución.
¿Cómo lo sé? Porque hay cosas que se saben, como que el sol saldrá por la mañana (a no ser que haya eclipse), que en verano hace calor y que el amor es algo que no se puede explicar. Pero no solo el amor romántico. El amor entre familiares, entre amigos... ese también es AMOR en mayúscula, y aunque parezca no haber diferencia, hay muy poca.
Creo que no existe la vida sin amor, y si existe alguna, el ángel de la guardia de ese ser tiene que tener las alas rotas.

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